Comunidades y minería en el Salar de Maricunga: respeto, historia y futuro compartido
Un territorio con memoria y raíces
El Salar de Maricunga, ubicado en la Región de Atacama, no es solo un yacimiento mineral estratégico: es un territorio cargado de memoria y cultura. Desde tiempos ancestrales, comunidades indígenas —particularmente atacameñas— han habitado, transitado y cuidado estos paisajes cordilleranos.
Para estas comunidades, la tierra no es simplemente un recurso económico, sino un espacio de vida, identidad y derechos históricos. Durante siglos, han mantenido una relación de profundo respeto con el entorno, la cual debe ser reconocida por cualquier proyecto que busque desarrollarse en la zona.
Una minería que pone a las personas primero
En la historia de Atacama, muchas veces la minería ha avanzado sin un real acercamiento a las comunidades, generando desconfianza y conflictos. Proyectos que nacen sin diálogo, sin escuchar a quienes habitan el territorio, terminan levantando barreras difíciles de superar.
Maricunga Investment se diferencia en este aspecto:
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Nuestro CEO, Jean-Pierre Lachitte, tiene condición colla, lo que refuerza una conexión legítima y cercana con los pueblos originarios.
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Reafirmamos que ninguna decisión se toma sin considerar a la gente que habita el lugar: su opinión es esencial para avanzar en conjunto.
Un proyecto de pequeña minería, sustentable y sin huella contaminante
Nuestro proyecto en el Salar de Maricunga se enmarca dentro de la pequeña minería, con un modelo de operación diseñado para ser sustentable y sostenible:
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Sin estudios de impacto ambiental complejos: debido a la escala y a la naturaleza de la extracción.
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Sin procesos contaminantes: la obtención de tierras raras no utiliza químicos que dejen pasivos ambientales.
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Impacto mínimo en el entorno: respetando el agua, el suelo y la biodiversidad de la zona.
La propuesta de Maricunga Investment es distinta: avanzar en la explotación responsable de un recurso estratégico global, pero con un impacto ambiental mínimo y con un impacto social positivo.
Respeto y colaboración como base del desarrollo
Creemos firmemente que el futuro de la minería en Atacama debe escribirse con la participación de quienes han habitado el territorio por generaciones. Por eso, nuestro modelo incorpora:
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Respeto por los derechos ancestrales de las comunidades atacameñas.
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Diálogo permanente: todas las etapas del proyecto están abiertas a la opinión y colaboración de las comunidades.
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Valor compartido: generación de empleo local, encadenamiento productivo y beneficios que permanezcan en la región.
El Salar de Maricunga es un territorio de oportunidades, pero también de memoria. Nuestra responsabilidad como empresa es no repetir los errores del pasado y asegurar que el desarrollo minero sea sinónimo de respeto, inclusión y sostenibilidad.
Con un proyecto de pequeña minería, bajo impacto y siempre en diálogo con las comunidades, Maricunga Investment busca demostrar que la minería y la cultura ancestral pueden caminar juntas hacia un futuro compartido.